Las instalaciones reciben el combustible directamente por oleoductos conectados directamente con las refinerías o se suministran también mediante buques tanque, y lo almacenan en diferentes tanques o depósitos, según el tipo de combustible.
Los clientes cursan sus pedidos y envían sus camiones cisterna a los cargaderos de las plantas de almacenamiento, donde recogen el combustible y lo distribuyen a las estaciones de servicio u otros puntos de consumo.
Todo el proceso de carga está automatizado y cuenta con estrictas medidas de seguridad.
En el control de entrada se identifica al conductor y al camión mediante un terminal y se comprueba si la carga y el camión están autorizados a entrar y se realiza un control de peso.
Si está autorizado accede al cargadero donde se vuelve a identificar al camión y al conductor, se verifica la orden de pedido, se consulta la existencia de saldo del operador y, si todo es correcto, se suministra el combustible solicitado.
Después de la carga accede a la zona de impresión de la documentación, donde previa identificación se comprueba el peso máximo de salida y se imprime la documentación comercial y fiscal, que también se envía al cliente.
Finalmente si todos los pasos anteriores se desarrollan correctamente el control de la salida de la planta permite al camión y al conductor abandonar la instalación.
Los terminales de SPEC monitorizan todas las maniobras asociadas al acceso y operativa en los cargaderos de combustible (zonas de alto potencial explosivo) desde la identificación de los conductores hasta el seguimiento de los vehículos (las tractoras y los remolques cisterna) durante todo el proceso hasta la salida.